Tentaciones en la nevera… todos los errores que deben evitarse

hambreEn las despensas de quienes tienen kilos de más, a menudo se encuentran alimentos muy calóricos. Veamos algunos sencillos consejos para no consumir calorías de más.

¿Qué esconden las neveras de las personas con sobrepeso? ¿Cómo pasan sus días aquellos que tienen muchos kilos de más? ¿Cómo se preparan sus comidas? Son algunas de las preguntas que se planteó Michelle Kegler, médica de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Emory en Atlanta. La investigadora «espió» la vida cotidiana de un grupo de mujeres obesas para investigar sus hábitos diarios. Los resultados, publicados en la Revista de Educación en Nutrición y Conducta, indican claramente que nuestros hogares pueden ser entornos «peligrosos» para un peso saludable, si no podemos hacerlos «saludables»… partiendo de la nevera.

Dentro de la nevera

«En las casas de las personas con muchos kilos de más, se encuentran a menudo alimentos y bebidas poco saludables y muy calóricos, -afirma Kegler-. Otros hábitos muy frecuentes son freír o cocinar con una gran cantidad de grasa y comer en el sofá, viendo la televisión«. Los resultados se obtuvieron de 40.000 entrevistas, realizadas durante 5 años sobre una población representativa.

«La obesidad es, sin duda, una cuestión estrechamente relacionada con el entorno en que se vive, en casa y fuera de ella«, fue la conclusión.

Los malos hábitos que deben evitarse

Como también explican estudios recientes sobre la «dieta del medio ambiente» lo que está fuera de la vista también está muy lejos del estómago: reorganizar la despensa, ocultando los alimentos menos saludables, sacando la TV de la cocina o no comiendo en el sofá delante de la pantalla (la TV nos distrae y sin darnos cuenta también comemos más), son sencillos consejos que nos ayudan a mantenernos en una dieta.

El primer paso, sin embargo, sigue siendo elegir apropiadamente lo que compramos. Según los expertos «No existe un alimento que que sea malo, sino una serie de malos hábitos» que, como señala la investigación, nos llevan inexorablemente a acumular peso. El entorno nos hace más gordos, pero no sólo el entorno hogareño: nuestro estilo de vida nos lleva de la silla de la oficina al automóvil y desde allí al sofá; sin embargo, es el constante gasto de energía en pequeñas actividades diarias lo que nos mantiene en forma. Mientras pasemos la mayor parte de nuestro tiempo sentados, la lucha contra el exceso de peso será una guerra perdida«.