La dieta Planck (o dieta Plank) toma su nombre de Max Karl Ernst Ludwig Planck, y permite según su creador, bajar de peso en dos semanas. No se basa en reglas o principios nutricionales, más bien ofrece, simplemente, un programa de alimentación que debe seguirse durante 14 días, con comidas sencillas y rápidas de preparar.
No es una dieta adecuada para todo el mundo, ya que tiene muchos puntos débiles: la ingesta de hidratos de carbono se reduce al mínimo, es muy desequilibrada y demasiado limitado su consumo de fibra y vitaminas. En definitiva, dos semanas con una alimentación que somete al organismo a mucho estrés.
Sin embargo, sus promesas atraen a todos aquellos que quieren perder peso rápidamente, se habla de hasta 9 kg menos en dos semanas. La dieta de Planck es muy popular por esta razón, pero el programa de alimentos es muy repetitivo, espartano, agotador y poco beneficioso para la salud de nuestro organismo.
Se trata de una dieta de choque donde entre otras, no está prevista una fase de mantenimiento, y por esta razón los kilos perdidos se recuperan generalmente en un corto período de tiempo. Es importante entonces, evaluar cuidadosamente los pros y los contras antes de decidirse a seguir esta dieta.
En la dieta Planck el desayuno prevé sólo café o té sin azúcar, algunos días después se puede agregar un pancito o tres galletas. En el almuerzo y la cena se come sólo un plato a la vez; están prohibidos el pan, los grisines, las galletas, pastas, refrescos y gaseosas y bebidas alcohólicas. Se aconseja condimentar todo con moderación, prestar atención a la grasa, comer fruta sólo una vez a la semana y a voluntad el domingo. Como en todas las dietas, se debe beber mucha agua, unos dos litros al día.
Es altamente recomendable seguir esta dieta bajo la aprobación y supervisión de un médico nutricionista, de lo contrario, se aconseja una dieta más equilibrada que permita una alimentación más variada.
